martes, 17 de mayo de 2016

¿QUÉ MERECE LA PENA HACER CON NUESTROS ALUMNOS?


En primer lugar, consideramos que lo más importante antes de comenzar a transmitirles conocimientos, es escucharlos y conocer sus gustos y preferencias para así orientar nuestras clases de modo que se ajusten a sus necesidades e intereses.


Es entonces cuando podremos comenzar a transmitirles aquellos conocimientos que sean útiles para sus vidas. Alejado de un conocimiento excesivamente teórico que resulta casi imposible de llevar a la práctica.



Otro aspecto que consideramos de importancia es la capacidad de trasladar el aula a otros espacios tanto abiertos como cerrados que se ajusten al temario y así poder desarrollarlo de una manera distinta pudiendo propiciar la aparición de la motivación creando un conocimiento significativo.

Por otro lado, es importante también resolver los problemas que surjan dentro de nuestra aula pues es algo que ocurre casi diariamente y que no podemos dejar de lado. De este modo la convivencia será mejor pues los alumnos no tendrán, en la medida de lo posible, preferencia entre ellos y así podrán trabajar sin problemas unos con otros. Se trabajaría el tema de la igualdad para implantar las bases desde una edad ya temprana, es decir, hacerles ver que todos son iguales de modo que puedan relacionarse niños y niñas sin ningún tipo de prejuicio. Así, intentaríamos educarlos en valores para que su proceso de socialización les lleve a ser mejores ciudadanos.


Por otro lado, trataríamos de crear un ambiente de iguales donde tanto el profesor como los alumnos sean iguales sin existir una jerarquía. Así mismo, los alumnos sentirían al profesor más cercano y así existir un proceso de enseñanza-aprendizaje recíproco.


En cuanto a la resolución de problemas u otros aspectos, estableceríamos horas de tutoría, entre profesores y alumnos, tanto colectivas como individuales regularmente. En las conjuntas se tratarían los temas comunes y referentes al trabajo en equipo. En las individuales cada alumno trataría con el docente algún tema que le inquiete o cualquier aspecto que el alumno considere oportuno tratar, a partir de entonces el docente debe hacer todo lo que esté en su mano para ayudarlo.


Además, seríamos partidarias de fortalecer los vínculos escuela-familia para así poder estar involucrados con los niños de una manera más efectiva. Realizaríamos reuniones donde propondríamos distintas actividades a realizar con sus hijos como la visión de distintas películas que les aporte lecciones y aprendizajes tanto a ellos como a sus hijos; así como la visita a museos y otro tipo de actividades culturales que hagan que el niño adquiera conocimientos y se fortalezca el lazo con sus padres.

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